nuestro credo

NUESTRO CREDO

La Biblia: Creemos que la Biblia es la palabra de Dios inspirada, infalible e inmutable desde Génesis hasta Apocalipsis. (2 Timoteo 3:16) Un Dios en tres personas, Creemos en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y que los tres son uno. (1 Juan 5:7)

La Deidad de Jesucristo: Creemos que Jesucristo es el Unigénito Hijo de Dios, nacido de una mujer virgen; que fue crucificado, murió y resucitó al tercer día; ascendió a los cielos y ahora está sentado a la diestra de Dios Padre. (Isaías 7:14, Lucas 1:30-35) La resurrección de los muertos y la vida eterna Creemos en la segunda venida de Cristo por su pueblo, que los muertos en Cristo resucitarán primero y los que estén vivos, serán arrebatados por Jesús, y que todos pasarán por el juicio de Dios. Los que estén inscritos en el libro de la vida resucitarán para vida eterna y los que no, para condenación eterna. (1 Tesalonicenses 4:13-17, Apocalipsis 20:11-15)

La Santificación: Creemos en la santificación como una obra hecha instantáneamente en el espíritu, pero que, también, debe ser desarrollada progresivamente en el alma y en el cuerpo de un hijo de Dios. (Hebreos 12:14, Romanos 6:19-22) Creemos que todos los miembros del cuerpo de Cristo deben ser santos, es decir, apartados del pecado y consagrados al servicio de Dios. Por esta razón deben abstenerse de practicar toda clase de diversiones malsanas e inmundicias de carne y de espíritu (Levítico 19:2; 2 Corintios 7:1; Efesios 5:26, 27; 1 Tesalonicenses 4:3, 4; 2 Timoteo 2:21; Hebreos 12:14; 1 Pedro 1:16). Sin embargo, en la práctica de la santidad, creemos que debe evitarse toda clase de extremismos, ascetismos y privaciones que tienen “…cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato de la carne; la cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo" (Colosenses 2:23, 17). En lo que respecta a alimentos, sabiendo que “todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias” (1 Timoteo 4:4)

Predicar el evangelio: Creemos en expandir el evangelio del Reino de forma local, nacional y mundial, por todos los medios disponibles. (Mateo 24:14)

La Salvación: Creemos que la salvación se obtiene por medio del arrepentimiento y la confesión de pecados; es dada por gracia divina (no por obras) y se recibe por la fe en Cristo Jesús. Pues, Él es el único mediador entre Dios y los hombres. (Hechos 4:12)

El bautismo: Creemos en el bautismo en el Cuerpo de Cristo, por el cual la persona acepta a Jesús, tiene un nuevo nacimiento y pasa a formar parte del cuerpo de Cristo y de su vida eterna. Creemos en el bautismo en aguas como símbolo de identificación con la muerte (al pecado) y con la resurrección de Jesús para vida eterna. (Romanos 6:4) Creemos en el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas, y que, a través de este bautismo, se recibe el poder para ser testigo de Jesús a todo el mundo. (Hechos 1:8, Hechos 2:4, Marcos 16:17)

La Fe: Creemos que sin fe es imposible vivir una vida agradable a Dios y que por ella se heredan las promesas. (Hebreos 11:6)

El gobierno apostólico: Creemos en establecer el gobierno apostólico en la iglesia local con un apóstol como cabeza, un profeta como parte del gobierno, los ministros y los ancianos. (Efesios 4:11, Hechos 14:23) El reino de Dios. Creemos en el reino de Dios como gobierno y en la persona de Jesús como Rey, como dos verdades absolutas y máximas. (Hechos 8:12)

Los cinco ministerios: Creemos en los cinco ministerios de Efesios 4.11, como los dones dados por Dios al cuerpo de Cristo.

Los ministerios gubernamentales: Creemos que el apóstol y el profeta son ministerios gubernamentales que establecen el fundamento y la doctrina bíblica de la iglesia. (Efesios 3:5)

Sistema económico de la iglesia: Creemos que el sistema que la Biblia enseña para la obtención de fondos necesarios para el cumplimiento de la misión de la Iglesia, es el de diezmos y ofrendas, y que debe ser practicado por ministros y laicos igualmente (Génesis 28:22; Malaquías 3:10; Mateo 23:23; Lucas 6:38; Hechos 11:27-30; 1 Corintios 9:3-15; 16:1, 2; 2 Corintios 8:1-16; 9:6-12; 11:7-9; Gálatas 6:6-10; Filipenses 4:10-12, 15-19; 1 Timoteo 5:17, 18; Hebreos 13:16). Sabiendo que la obra de Dios no tan sólo abarca el aspecto espiritual sino también el material, creemos que es necesario reglamentar la manera en que se adquieran y distribuyan los fondos necesarios para responder a las necesidades materiales de la Obra.

Cuerpo ministerial: Creemos que para el desempeño del ministerio oficial de la Iglesia, Dios llama a cada persona, y que el Espíritu Santo confiere a cada ministro la facultad de servir a la Iglesia en distintas capacidades y con distintos dones, cuyas manifestaciones son todas para edificación del cuerpo de Cristo (Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12:5-11; Efesios 4:11, 12).

Juicio final: Creemos que hay un juicio preparado en el cual participarán todos los hombres que hayan muerto sin Cristo y los que estén sobre la tierra en el tiempo de su verificación. Este juicio se efectuará al final del Milenio, y también se conoce con el nombre de Juicio del Trono Blanco. La Iglesia no será juzgada en esta ocasión, sino que ella misma intervendrá en el juicio que se haga a todos los hombres de acuerdo con lo que está escrito en los libros que Dios tiene preparados. Al terminarse este juicio, los cielos y la tierra que hoy existen serán renovados por fuego, y los fieles habitarán en la Nueva Jerusalén.La dispensación cristiana habrá terminado y entonces Dios volverá a hacer todas las cosas en todos (Daniel 7:8-10, 14-18; 1 Corintios 6:2, 3; Romanos 2:16; 14:10; Apocalipsis 20:11-15; 21:1-6).